miércoles, 13 de diciembre de 2006

On tilt

Desde hace unos meses juego al póquer en internet. Practico la variante Texas Hold’em que está comenzando a popularizarse gracias a las retrasmisiones televisivas. He leído un par de libros y, aunque no creo que llegue nunca a ser un buen jugador, esos que parecen tocados por la varita mágica del dios de las casualidades, puedo decir que me defiendo correctamente. Mientras intento descubrir cual de las diversas modalidades que se practican en este juego (con límite, sin límite, torneos, sit&go…) se adecua mejor a mis características psicológicas, he ido ganando algo de dinero, lo cual no está mal.

Uno de los primeros conceptos que se deben aprender es a detectar cuando estás jugando mal. En inglés se denomina jugar on tilt –cuya traducción sería algo así como torcido – al estado emocional inadecuado que te lleva a cometer errores que, en el caso que nos ocupa, significan perder dinero.

Se reparten las cartas y te encuentras ante una decisión importante en el juego, probablemente estés decidiendo tu futuro en la partida. Analizas la situación, calculas las probabilidades y, finalmente, arrastrado indefectiblemente por una fuerza inexplicable aún por la ciencia neurológica, optas por la opción equivocada, aun a sabiendas de que lo es. Resultado; el desastre. El buen jugador de póquer es capaz de olfatear las primeras fases del estado on tilt para minimizar los daños.

Aprendan a jugar al póquer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

On tilt, me desperte yo esta mañana. Afortunamente no juego al poker.
Gil Parranda